Este tramo del sendero GR-131 enlaza el casco urbano de La Oliva con el pequeño pueblo de Tefía. El recorrido discurre por pistas de tierra y viejos caminos que atraviesan llanuras semiáridas, antiguos conos volcánicos y cultivos de cereal abandonados, con las siluetas de montes como la Montaña Escanfraga en el horizonte. A mitad de trayecto se pueden observar ruinas de aljibes, bancales y muros de piedra seca, y ocasionalmente aves esteparias como hubaras y corredores.
A lo largo de aproximadamente 13 km de distancia y un desnivel positivo de unos 180 m, esta etapa requiere entre 3,5 y 4 horas de caminata. Aunque la ruta está señalizada con marcas del GR‑31 y paneles informativos, se recomienda llevar GPS o mapa para orientarse en las bifurcaciones. Dado que apenas hay sombra ni puntos de agua, es imprescindible portar al menos 2 litros de agua, protección solar y calzado cómodo. Al llegar a Tefía se pueden visitar el Centro de Interpretación de los Molinos y la ermita de San Agustín, y regresar al punto de inicio por transporte privado, ya que el transporte público es muy limitado.